
A partir del 14 de octubre iniciamos la que va a ser nada menos que nuestra décima temporada de colaboración en el espacio cultural "La torre de Babel" de Aragón Radio, dirigido y presentado por Ana Segura. Como en años anteriores, la colaboración de...
La actual iglesia parroquial de San Miguel Arcángel fue levantada sobre un templo primitivo que formaba parte del recinto amurallado construido en el siglo XIV, que incluía también el torreón defensivo y otras construcciones hoy desaparecidas. La iglesia actual es de estilo barroco del siglo XVII. El exterior contrasta con el interior por la gran sobriedad. Las paredes de la iglesia están sin revestir. El edificio es de mampostería con esquinazos y contrafuertes de piedra sillar. La portada es muy sencilla, tiene un arco de medio punto con grandes dovelas que sirve de acceso. Las cubiertas están realizadas en teja cerámica árabe apoyadas sobre un fino alero de ladrillo. Es de una sola nave de tres tramos con capillas entre los contrafuertes, comunicadas entre sí. Tiene el coro alto a los pies sobre el atrio. A la nave le sigue un crucero que no sobrepasa la anchura de las capillas laterales y una cabecera recta. Se cubre con bóveda de lunetos sobre pilastras corintias. Las capillas laterales van cubiertas con bóvedas vaidas. En el crucero, una cúpula con linterna se coloca directamente sobre las pechinas. Todo el interior, desde las pilastras a la bóveda, está decorado con esgrafiados de hojas y tallos en color blanco sobre fondo negro. El retablo mayor está dedicado a San Miguel Arcángel, fue realizado en el primer tercio del siglo XVIII en estilo barroco.La talla de San Miguel es policromada y está fabricada en madera. El retablo consta de un sotabanco decorado con rombos y elipses, un banco, un único cuerpo dividido en tres calles y un ático. En el centro del banco se localiza un ostensorio y la imagen de la Virgen del Pilar con ángeles lampadarios coronando el sagrario. El ostensorio está flanqueado por la escultura de San Pedro y San Pablo. El cuerpo del retablo se estructura en tres calles con columnas salomónicas decoradas con vides y cabezas de ángeles. En la calle de la izquierda se localiza bajo una chambrana la talla del Arcángel Gabriel. En la calle principal del retablo se localiza la ya comentada imagen de San Miguel Arcángel venciendo al demonio. Esta escena está flanqueada por las imágenes de San Lorenzo y San Vicente Mártir. En la calle de la derecha aparece una imagen de San Rafael Arcángel. En el ático hay tres esculturas: Santa Bárbara, San Roque y Santa Quiteria. En el coronamiento se localiza la escultura en relieve del Padre Eterno. En la zona del Evangelio se localizan los siguientes retablos: el retablo de San Antonio de Padua de finales del siglo XVIII, el retablo de la Virgen María de finales del siglo XVII y el retablo de Santa María Mediadora del siglo XVIII. En la zona de la Epístola se localizan los siguientes retablos: el retablo de San Fabián y San Sebastián de finales del siglo XVIII, el retablo de San Francisco Javier del siglo XVIII, el retablo del Cristo Crucificado de la primera mitad del siglo XVIII y el retablo de la Virgen del Rosario de finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Los libros, bibliotecas y hábitos lectores constituyen un capítulo apasionante de nuestra historia cultural. ¿Qué leían nuestros antepasados? ¿Cómo eran las bibliotecas de los humanistas, clérigos y nobles en el Renacimiento o el Barroco? Buscando una respuesta a estas preguntas, nos asomaremos a la Huesca del siglo XVI, una pequeña pero pujante ciudad que contaba con una universidad y con una imprenta recién inaugurada, para conocer las bibliotecas y prácticas lectoras tanto de sus élites como de unos ciudadanos que también disfrutaban de lecturas públicas.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002